SOLO SE VIVE UNA VEZ; ¿QUÉ MEJOR MANERA DE APROVECHARLA QUE INTENTAR AVERIGUAR EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE DE QUE COJONES VA TODO ESTO DE LA EXISTENCIA Y LA REALIDAD DE LA QUE SE COMPONE?.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mi vinito de maceración carbónica.

Tengo viñedo, como es de esperar en La Rioja. Solo tengo una variedad, “tempranillo” del mejor clon que hay e injertado en un pie de mediana producción y alta resistencia a la sequía.

La cuestión es que vendo la uva a una bodega. La garantía de mi venta está en la calidad que produzco; esto lo tengo muy claro.
Así que no podía permitirme el renunciar a un caldo propio, ecológico y sin tratamiento alguno en su vinificación. Por lo que llevo tiempo haciendo cada año una pequeña cantidad de vino de estas uvas.

El año pasado hice clarete. Es más cómodo de hacer, y da un vino con bastante menos color, algo mas ácido al paladar, de menos cuerpo y algo mas cabezón.
La verdad es que lo considero vino de menor calidad organoleptica. Si bien, traté de dejarlo algo dulce para que asemejase al lambrusco que tanto gusta a las mujeres (al menos a la mía).

Pero... que no, he decidido volver al tinto. Y es que ante un buen tinto tan rico en sabores y aromas... no hay color, y nunca mejor dicho por lo de “clarete”.

Así que decidí en las vendimias seleccionar uvas para hacerme ni tinto particular; Y, además, este año lo he hecho con maceración carbónica (genuino vino riojano de clon varietal y elaboración riojanos donde los haya).

Ayer estuve trasegando “mi vinito”... es un cambio de recipiente con el fín de separar del vino los posos y decantaciones (madres) resultantes del proceso de fermentación.
El proceso de estabilización de componentes está casi en equilibrio, y la primera fermentación está completada, a falta de la transformación maloláctica bacteriana.

En esta fase de formación del vino, no hay mejor vino que el de maceración carbónica (para vinos con cuerpo y taninos). Siendo un vino tan completo como este, la riqueza de sabores y aromas hipnotiza y genera una adicción tremenda (al menos a mí). No necesita sabores a madera para preferirlo a muchos crianzas y reservas. Esto es un privilegio que no estoy dispuesto a desaprovechar. Y que he decidido contar aquí porque me apetecía hacerlo (aunque no os interese a casi nadie).

¡¡Dios... qué bueno que está!!.
¡Tooo pa miii, hala, y que me quiten lo vailao!

Nota: bueno, lo que suele pasar... llevar a las comidas con familiares y amistades, regalar a familiares y amistades, una pequeña cantidad para hacer buena vinagre y el resto al gaznate, jeje.