SOLO SE VIVE UNA VEZ; ¿QUÉ MEJOR MANERA DE APROVECHARLA QUE INTENTAR AVERIGUAR EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE DE QUE COJONES VA TODO ESTO DE LA EXISTENCIA Y LA REALIDAD DE LA QUE SE COMPONE?.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mi vinito de maceración carbónica.

Tengo viñedo, como es de esperar en La Rioja. Solo tengo una variedad, “tempranillo” del mejor clon que hay e injertado en un pie de mediana producción y alta resistencia a la sequía.

La cuestión es que vendo la uva a una bodega. La garantía de mi venta está en la calidad que produzco; esto lo tengo muy claro.
Así que no podía permitirme el renunciar a un caldo propio, ecológico y sin tratamiento alguno en su vinificación. Por lo que llevo tiempo haciendo cada año una pequeña cantidad de vino de estas uvas.

El año pasado hice clarete. Es más cómodo de hacer, y da un vino con bastante menos color, algo mas ácido al paladar, de menos cuerpo y algo mas cabezón.
La verdad es que lo considero vino de menor calidad organoleptica. Si bien, traté de dejarlo algo dulce para que asemejase al lambrusco que tanto gusta a las mujeres (al menos a la mía).

Pero... que no, he decidido volver al tinto. Y es que ante un buen tinto tan rico en sabores y aromas... no hay color, y nunca mejor dicho por lo de “clarete”.

Así que decidí en las vendimias seleccionar uvas para hacerme ni tinto particular; Y, además, este año lo he hecho con maceración carbónica (genuino vino riojano de clon varietal y elaboración riojanos donde los haya).

Ayer estuve trasegando “mi vinito”... es un cambio de recipiente con el fín de separar del vino los posos y decantaciones (madres) resultantes del proceso de fermentación.
El proceso de estabilización de componentes está casi en equilibrio, y la primera fermentación está completada, a falta de la transformación maloláctica bacteriana.

En esta fase de formación del vino, no hay mejor vino que el de maceración carbónica (para vinos con cuerpo y taninos). Siendo un vino tan completo como este, la riqueza de sabores y aromas hipnotiza y genera una adicción tremenda (al menos a mí). No necesita sabores a madera para preferirlo a muchos crianzas y reservas. Esto es un privilegio que no estoy dispuesto a desaprovechar. Y que he decidido contar aquí porque me apetecía hacerlo (aunque no os interese a casi nadie).

¡¡Dios... qué bueno que está!!.
¡Tooo pa miii, hala, y que me quiten lo vailao!

Nota: bueno, lo que suele pasar... llevar a las comidas con familiares y amistades, regalar a familiares y amistades, una pequeña cantidad para hacer buena vinagre y el resto al gaznate, jeje.

martes, 26 de octubre de 2010

Manual practico para la construcción de Molinos de Viento

Tuve un profesor, Sebastian Urquía, hace muuuucho muuucho tiempo, que pertenecía al Grupo Ecologista de Tafalla.


En aquellos tiempos El grupo Editó un librito artesanal titulado “Energía Eólica (manual práctico para la construcción de molinos de viento)” creado por Sebastian y su hermano. Un modelo de aerogenerador lo construimos en el centro de estudios y lo instalamos en su chalet.

Estaba bien todo aquello. Aún tengo el librito aquel, que considero una joya que me trae además muchos recuerdos.



Pero hace un tiempo que en el blog indarki han digitalizado el libro para poder bajároslo libremente.

Aplaudo esta iniciativa, y colaboro con ella enlazando desde este blog al acceso desde el que tenéis los enlaces de descarga. Así mismo doy las gracias a los hermanos Urquía por su iniciativa y esfuerzo, así como a los autore del blog que han tenido la paciencia de digitalizarlo y darnos la oportunidad de descargar este manual.



Espero que os guste.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Asimilación de los fundamentos físicos

En este breve escrito, intentaré mostrar resumidamente mi enfoque respecto a los valores a tener en cuenta para el entendimiento real de las cosas y no el exclusivamente matemático.




Desde que empezamos a ser conscientes de nuestro entorno vamos adquiriendo como lógicos los comportamientos que éste nos muestra, cuanto más repetitivos en su fundamento, más lógicos y fundamentales. Y, con el tiempo y el análisis deductivo, adquirimos la capacidad de criterio propio en la observación.



Aún desconocemos los avances en la observación y conocimientos a los que se a llegado en nuestra civilización.

Poco a poco aprendemos a comunicarnos con los demás mediante el lenguaje; pero aún nos queda mucho que asimilar, aprender e interpretar, para poder expresar nuestro criterio del funcionamiento natural de las cosas, mediante el lenguaje.

Y las matemáticas, ¿qué es eso?.



Sinembargo, aprendemos a predecir la trayectoria de una pelota, a colocar el vaso de pie porque si no se vierte el agua, a que necesitamos carrerilla para subir con menos esfuerzo una pequeña cuesta, a que los cuerpos no se traspasan, sino que se empujan,..... y de esta manera tan natural, somos exploradores del conocimiento físico de la realidad de la que somos conscientes.

Si, es un estadio muy básico, pero tambien fundamental.



Gracias al diseño matemático poseemos una herramienta potenciadora de los resultados, muy eficaz para la concreción y para el avance tecnológico. Pero, en mi opinión, no tenemos que desligarnos de ese niño que deducía de manera directa, sin lenguajes de interpretación; porque todos los lenguajes requieren el sacrificio y pérdida de una parte de lo concebido, en su transformación de ideas abstractas a términos concretos pero insuficientes.



El problema que se puede tener es que se acostumbre uno tanto a esos términos concretos , que solamente sepa pensar, tratándose de la materia en cuestión, en esos términos concretos. Esto le da mucha soltura y dominio en un avance horizontal del conocimiento, pero le limita mucho las posibilidades de profundización. Se gana en capacidad de complejidad, pero hay que esforzarse en no perder capacidad abstracta de entendimiento, pues con ello se perdería intensida.



Si desde pequeños se nos adiestrase adecuadamente, desarrollaríamos una capacidad de intensidad de pensamiento tal que en los investigadores punteros no se hubieran dado meteduras de pata, a veces tan evidentes a posteriori.



En este sentido hay que tener mucho cuidado con los tecnicismos; pues, siendo necesarios para el estudio de lo concreto, siempre será insuficiente e incompleta la terminología diseñada. Si no se es capaz de prescindir de ellos en lo fundamental, es porque no se está fundamentando lo suficiente; y terminan sirviendo como un parche que no nos deja ver las lagunas de nuestros fundamentos; los cuales, cuanto más elementales y simples, más fundamentales y repetitivos, o sea, lógicos.



Se podrían tratar muchos temas de manera bastante fundamental sin refugiarse en los tecnicismos.

Por ejemplo, uno de ellos puede ser, las propiedades lógicas de la cuantificación en valores inferiores a infinito y mayores a la cantidad mínima referencial/infinito. Si son valores discontinuos o continuos, absolutos o relativos, reales objetivamente o subjetivamente o incluso simulaciones de la lógica, absolutamente determinados o cuantificables o con un obligado grado de indeterminación, etc... A mi me parece que, en parte, estaríamos debatiendo de los fundamentos en los que basarse la mecánica cuántica y la ondulatoria, y, precisamente, también en parte, de los fundamentos de la Relatividad. Es lo que tiene tratar cuestiones fundamentales.



Lo bueno de esto es que podemos todos aplicar este tipo de pensamiento. Todos somos ese niño que se enfrentaba a experiencias nuevas con cada cosa que hacía y observaba. De manera que todos deducimos que la distancia más corta entre dos puntos y, por lo tanto, de menor consumo de energía, es la linea recta. Y, creerme... aún sigue siendo la linea recta; a pesar de las interpretaciones divulgativas erróneas que algunas veces se hacen interpretando en el espacio las geodésicas curvas.



Todos podemos seguir enriqueciendo nuestro entendimiento del medio natural que es este universo. Que no os intimiden los tecnicismos ni las matemáticas, ¡¡AUPA!!

martes, 21 de septiembre de 2010

REVISIÓN DEL EJP. DE LA DIAGONAL DE GEORG CANTOR

Georg Cantor fue un brillante matemático que aportó, entre otras cosas, grandes avance en el conocimiento y manejo del infinito en las matemáticas. Muy hábil en el manejo de la lógica.



Un gran hallazgo de Cantor fue que el conjunto de todos los decimales (es decir, los racionales y lo irracionales), constituyen un infinito mayor que el de los números naturales, y, en la misma medida, de las fracciones.



La esencia de la demostración de Cantor es que, si los decimales fueran solamente tan numerosos como los naturales, entonces sería posible contar o marcar a todos los decimales, uno por uno, con los números enteros, 1, 2, 3, 4, ….. El orden concreto no importa.



Cantor indicó cómo se puede construir otro decimal que no estará presente en ningún lugar de la columna formada por todos los números decimales, que a su vez se asocian, uno por uno, a los números enteros, también en su totalidad; contradiciendo así el supuesto de que se puede ir numerando todos los decimales uno por uno.



Vamos al ejp. de la diagonal de Cantor:



Formamos una columna con la lista de todos los números decimales. Lógicamente, estos son los que abarcan la totalidad de valores comprendidos entre el 0 y el 1, estos excluidos de la lista.



En cada fila de la columna solo ha de haber un número (el orden puede ser aleatorio) y lo podemos marcar o asociar con un número natural, no teniéndose que repetir en la columna ninguno de los dos números.



La columna estaría compuesta por infinitas filas de un numero natural asociado a un número decimal.



Ahora, empezando desde la primera fila, cogemos la primera cifra del número decimal para pasar a ser la primera cifra del número a extraer. De la fila siguiente, cogemos la segunda cifra para pasar a ser la segunda del número a extraer. De la siguiente, la tercera cifra para formar parte de número a extraer en su tercera cifra. Y así en un proceso infinito; pues estos números los expresamos con la totalidad de sus cifras, por muchos ceros que formen parte de ellos.



Con este método compondríamos un número el cual no podemos demostrar que no forma parte del conjunto formado por la columna, o sea de los números decimales asociados uno a uno a los naturales.



1- 0,8745666639..........

2- 0,1988835620..........

3- 0,0789360016..........

4- 0,5563987229..........

5- 0,9000243871..........

6- 0,3387627692..........

7- 0,9119471683..........

8- 0,8768000467..........

9- 0,7464836537..........

10- 0,2444385622..........

11- 0,0006498324..........



El número extraído es 0,8983221432.......... Pero si bien, no podemos demostrar que este número no pertenece a la infinita columna de números decimales de infinitas cifras; sí que podemos modificarlo de tal manera que nos garanticemos que el número resultante de la modificación no coincida en cada cifra al número del que se ha extraído esta cifra.



Podemos utilizar un método simple, por ejemplo sumar una unidad a cada cifra del número extraído, excepto si es 9, que la cambiaremos por el 0, esto en toda su composición infinita de cifras. Resultando el número decimal 0,9094332543..........



Ahora sabemos que este nuevo número no es igual al primero de la columna porque la primera cifra del número no coincide con la primera de este. También podemos decir lo mismo del segundo número de la columna al asegurarnos de que la segunda cifra del número cambiado tampoco coincida con la segunda de este. Y así consecutivamente con todos los números de la columna. Números que son la totalidad de decimales que hemos relacionado con los naturales en un proceso infinito hasta cubrir su totalidad, su infinito.



Pero este nuevo número sigue siendo decimal y está fuera de los relacionados uno a uno con los naturales. Además podemos construir por este método infinitos números que no estén en esa lista. Y esto demostraría que el conjunto infinito de números decimales es mayor que el conjunto infinito de números naturales; por lo que no se pueden asociar uno a uno los naturales con los decimales de tal manera que la totalidad de los naturales abarquen la totalidad de los decimales. Lo que implica que existen dentro de la lógica, la posibilidad de infinitos mayores unos de otros.







La famosa diagonal de Cantor es un ejp. que se fundamenta en un proceso de sucesión de cambio del valor de las cifras, refiriéndose a cifras concretas finitas, localizaciones en el número concretas y todo ello en un desarrollo infinito del proceso.



En este método, Cantor, no tiene en cuenta la naturaleza algebraica del sistema numérico del que se sirve; y que, sin embargo, es fundamental para aplicar correctamente el ejp.



La composición algebraica que utiliza es 0*10^0 + a*10*(-1) + b*10^(-2) + c*10^(-3) + d*10^(-4) + ........ en un desarrollo infinito, expresándolo 0,abcd.......



Posteriormente forma una columna con un solo número decimal de infinitas cifras en cada fila de la columna. Y no es consciente de que las propiedades algebraicas de estos números hacen que la forma de dicha columna, es en su totalidad de infinita longitud vertical respecto a su longitud horizontal.



Me explico. Siguiendo el mismo procedimiento de expresar cifras concretas y localizaciones concretas de estas que utilizó Cantor, tenemos, que el sistema algebraico utilizado, conforme ampliamos una cifra en la precisión de los números a tomar en la columna, debido a que tenemos 10 valores de cifra posibles en la composición de ese número 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, aumentaríamos en la composición de números de la columna en cada número concretado, por ejp. 0,345....... nueve números concretos más a lo vertical, que serían



0,345-- 0,3450

0,3451 -1

0,3452 -2

0,3453 -3

0,3454 -4

0,3455 -5

0,3456 -6

0,3457 -7

0,3458 -8

0,3459 -9



mientra que solamente se a aumentado la concreción horizontalmente en una cifra.



La cuestión es que esos nueve números de más concretados forman parte de los relacionados con los naturales uno a uno, mientras que para utilizar en la diagonal, Cantor solo puede hacerlo con uno, ya que utiliza la relación una cifra siguiente de una fila de la columna siguiente. Un paso en horizontal con uno en vertical, y asume erróneamente que esta con este método cubriendo todos los números relacionados con los naturales.



Pero no es cierto, ya que las nueve variaciones restante son tan concretas y asociables a los naturales como la tomada en el ejemplo, de hecho son en concreto 9 más, asociables a los números naturales n+1, n+2, n+3, n+4, n+5, n+6, n+7, n+8, n+9.

El desarrollo del método de concreción de la columna de todos los números decimales hace que estos crezcan en su cantidad exponencialmente con base diez, en este caso y debido a utilizar el sistema numérico decimal; mientras que los números a poder utilizar, erróneamente, como el total de los decimales que componen la columna con el método de la diagonal, es lineal, lo que hace que en el desarrollo infinito del proceso de concreción de los valores numéricos de la columna, la cantidad a poder utilizar con el método de Cantor sea infinitésima respecto a la totalidad de números que la componen. Muy importante es decir que en el proceso de concreción de los números que la componen, en todo momento podemos asociarlos a números naturales.





De una manera visual, aunque no formal pero sí ilustrativa podríamos imaginarnos esa columna como un hilo que baja sin fin alguno hacia el infinito, pero que si lo pudiéramos abarcar en su longitud total, lo percibiríamos con una anchura infinitesimal, en lo que un corte a 45º abarcaría una longitud del hilo también infinitesimal respecto a la totalidad de su longitud. Mientras que Cantor creía poder cortar el hilo de tal manera que abarcase el corte la totalidad de su longitud, y después demostrar que puede crear tramos longitudinales ya existentes pero ocultos en la asociación de esta longitud con la de un hilo similar compuesto por la columna de números naturales.



Pero si tenemos en cuenta que su corte solo puede ser de longitud infinitésima, quedarían infinitos números decimales asociados a números naturales que no pertenecen al corte; y que al modificar el número extraído, no podríamos demostrar con ello que éste no pertenece a la columna, al hilo. Solo no pertenece al tramo del corte utilizado, al tramo de la columna utilizado para tomar el número mediante la diagonal.





Para demostrar el error de composición del ejp. de Cantor, podemos además plantearnos la composición algebraica completa (...... + d+10^3 + c*10^2 + b*10^1 + a*10^0) de los números naturales y formar con ellos una columna, colocándolos aleatoriamente si se quiere. Y posteriormente utilizar el mismo método de la diagonal



..........845036 -1

..........000436 -2

..........635092 -3

..........000004 -4

..........312857 -5

..........750925 -6



y extraer las cifras para formar el número .......710036, el cual alteramos sumando una unidad a cada cifra, para asegurarnos de que no está en la columna que compone el total de números naturales, mientra que, precisamente, hemos relacionado, uno a uno, toda la columna con los, también, números naturales expresados de manera reducida y práctica.



¿Cómo puede ser lógico que no estén comprendidos en sí mismos? Está fallando algo fundamental, ¿no?.



Veámoslo ahora con un ejemplo que los relacione uno a uno con su igual en la expresión simplificada y práctica



..........000001 -1

..........000002 -2

..........000003 -3

..........000004 -4

...................... -..







O de manera aleatoria



..........003475 -3475

..........329996 -329996

..........000421 -421

..........009300 -930

..........000007 -7

...................... -......



Si interpretamos el método de la diagonal correctamente podemos entender que no nos vale para demostrar diferencia alguna entre valores totales de los conjuntos de los infinitos números decimales y naturales, por ejp., al no demostrar que se pueda crear un número decimal que no pertenezca a los ya relacionados uno a uno con los naturales.



Para hacerlo más fácil pondré una composición de la columna ordenada en vez de aleatoria, y cada fila esta compuesta por un subconjunto del conjunto de números decimales, que comprende a todos los números decimales que contienen esas cifras concretas en ese orden concreto



0,00... -1

0,01... -2

0,02... -3

0,03... -4

0,04... -5

0,05... -6

.......... -..

0,12... -13

0,13... -14

.......... -....



extrayendo las cifras formamos el subconjunto de números decimales que contienen las dos primeras cifras con los valores 0,01......, y modificando las cifras concretadas aumentando, por ejp. una unidad cada cifra, excepto con el 9 que lo sustituiríamos por el 0, nos da el subconjunto de números decimales formados por sus dos primeras cifras con los valores concretos 0,12....... Pero en realidad, no hemos creado ningún conjunto de números decimales que no está en la columna de conjuntos relacionados uno a uno por los números naturales; puesto que el subconjunto resultante vemos que está asociado al número natural 13, dentro de un total de 10^2 subconjuntos, de los que solo hemos utilizado, en realidad para la diagonal el exponente, 2.



Y este proceso de precisión lo debemos desarrollar infinitamente en el intento de abarcar las infinitas cifras de las que se componen los números decimales. Formando subconjuntos cada vez más concretos cuantitativamente, pero aún así infinitos en número de elementos.







Este proceso evoluciona hacia la concreción de esta manera







Subconjuntos que componen  Subconjuntos utilizados 
la columna asociada a            para la diagonal
los naturales  


10^1                                                        1


10^2                                                        2


10^3                                                        3


.........                                                       ..


10^738                                                738


............                                                ......



Ni que decir tiene que con una concreción de cifras desorbitada, la diferencia entre los subconjuntos que componen la totalidad de la columna y los que se utilizan en el método de la diagonal como la supuesta totalidad de la columna, es inmensa.



Concluyendo. El ejp. de la diagonal de Cantor solo incluye en dicha diagonal una parte infinitésima del total de la columna a formar por la totalidad de números decimales asociables uno a uno a los naturales (por ejp.), con lo que, el poder formar un número decimal que no se encuentre entre los utilizados para la diagonal mediante este método, no demuestra que no esté entre el total de los números asociados a los naturales que componen dicha columna. Esto lo invalida para poder demostrar que esta relación biyectiva es cierta, ni para reducir el ejp. al absurdo por autoinvalidarse dicha relación biyectiva.





Nota, no he hecho en esta exposición ningún comentario respecto al hecho de pretender asumir el infinito como un valor cuantitativo posible dentro de la lógica; ni, por lo tanto, tampoco he entrado en cuestionar si es posible asumir lógicamente conjuntos infinitos en cantidad pero de distinto tamaño o cantidad infinita, infinitos mayores que otros.



No lo he hecho porque no considero el concepto infinito asumible lógicamente como una propiedad cuantitativa, sino cualitativa. Lo considero como una condición de cualquier proceso de naturaleza continua. Un ejp. claro son los fractales.



Pero, además la única pretensión de este escrito es razonar y demostrar con la lógica que Georg Cantor aplicó erróneamente el ejp. de la diagonal, interpretando con ello conclusiones erróneas en la relación en este ejp. entre los distintos conjuntos de números de infinitos elementos. Sin entrar a pretender concretar característica alguna de dichos conjuntos en base a la rectificación de dicho ejemplo. Simplemente lo invalida para demostración alguna de este tipo.



Esto no quita que mi opinión personal respecto a la existencia de infinitos superiores a otros sea que sí, y en el caso concreto de los números R respecto a los N considero que el conjunto de los R contiene infinitos subconjuntos asociables cada uno a la totalidad del conjunto de números N.

Otra cosa es referirnos al cardinal de cada uno de esos conjuntos y subconjuntos, que es harina de otro costado.

sábado, 17 de julio de 2010

Conceptos como herramientas para el análisis lógico.

Para concretar en qué marco expondré mis razonamientos, primero definiré mínimamente dicho marco.

No pretendo concretar mucho dicha definición, con el fin de dejar el suficiente margen de interpretación particular de cada lector, que es lo que propicia el enriquecimiento en las interpretaciones de pensamientos ajenos; su interpretación desde matices diferentes que puedan sumar aportaciones diferenciadas y enriquecedoras.

Esto implica de antemano que esta exposición carecerá de formalidad y formalización alguna con respecto a las normas establecidas como estándar para la aplicación de la lógica. Mas aún, intentaré no dejarme influir por ninguna, aunque se que no lo conseguiré en buena parte.

Entro a definir algunas premisas, que a diferencia de lo que se supone que tienen que ser las premisas, estas, podrán ser en todo momento cuestionables, como creo que lo puede ser todo lo razonado y asumido, antes y después de cada conclusión o supuesto avance de cualquier proceso de razonamiento.
Así pues, parto de que, si bien, con alguna premisa tenemos que empezar a construir nuestros conceptos de análisis lógico, debemos sin embargo tener total libertad para cuestionarlas siempre que la situación lo requiera entre otras opciones. También debemos tener en cuenta esta opción tanto como las demás en los respectivos procesos de aplicación del razonamiento de la lógica simple (siempre lo más simple posible, con el fin de necesitar respetar como necesariamente ciertas, el menor número de premisas posible).

Os habréis dado cuenta de que no me he referido en ningún momento a axiomas o cualquier otro término que defina asunción de dogma o elementos de fé de verdad absoluta e incuestionable.
Precisamente se trata de todo lo contrario.

Tal como lo veo, hay dos maneras claramente diferenciadas de llevar este tipo de razonamientos. Una tendría como eje central de las aplicaciones lógicas los conceptos de verdad y falsedad de las reglas de inferencia. Pero esto requiere rotundidad y definiciones a concretar asumiéndolas en su completitud, lo que creo que define un marco demasiado platónico y ajeno a las aplicaciones en física que principalmente me interesa.
La otra manera claramente diferenciada tendría como eje centrar de las aplicaciones lógicas los conceptos de realidad propia, realidad inducida, ambas concretas, e indeterminación.
No cave el planteamiento de falsedad o certeza, pues nos centramos en interacciones, en procesos de cambio, en influencia externa, en información externa ajena a nuestro cuestionamiento y nuestras deducciones. Son enunciados impuestos por la naturaleza, por la existencia, que debemos intentar interpretar, entender, desde el análisis lógico, no cuestionar su verdad.

Me inclino por este último propósito.

Empiezo pues-
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Todo es un concepto absoluto. Comprende la totalidad de elementos. Una totalidad es absoluta y única, pues no existe la posibilidad de comparación alguna; pues el hecho de comparar implica más elementos, lo que invalida que dicha totalidad lo sea.

Así pues, la totalidad es un concepto “concluso”, sin aplicación en una realidad consistente en “procesos” .

Nada es un concepto absoluto. Comprende la ausencia de “algo”. No comprende ninguno de los elementos que componen el razonamiento. La nada es absoluta y estéril, pues anula la fructificación de cualquier razonamiento reduciéndolo a la nada.
Hay que tener cuidado con la nada, pues puede confundirse con la negación de “algo”, lo que no deja de ser algo referido a ese “algo”.
La nada no es parte de concepto alguno que no sea el propio, lo que invalida la pretensión de integrarla incluso en la negación de elemento alguno. Negar algo es exclusivamente negar algo, lo que no es nada.

Así pues, la nada es un concepto “concluso” , sin aplicación en una realidad consistente en “procesos”.

Tanto la totalidad como la nada son conceptos ajenos a la realidad de los procesos, los cuales solo pueden tender a estos conceptos, sin asumirlos realmente, para lo que los procesos reales, necesariamente tienen que ser “no concluibles”. De esta manera, los procesos, como límites extremos, pueden tender a infinito o a infinitesimal, pero siempre mantener la situación de “no concluidos”.
El todo y la nada son conceptos que están más allá de cualquier proceso. Son ajenos pues a la realidad de cualquier tipo de análisis que trate cambio alguno, dinámica alguna, proceso alguno, interacción alguna en definitiva.

Concluso es algo carente de proceso alguno. Este concepto es extremo, en la medida en que, todo lo que no represente un proceso “inconcluible” es “concluible”, lo que, como realidad de proceso, es, por lo tanto, concluso o realidad conclusa, que es la ausencia de proceso. Esta realidad conclusa solo puede ser parte del marco en sí para cualquier proceso no concluso que dé al conjunto la identidad de realidad.

 Por ejemplo: en el campo abstracto de las matemáticas, un proceso concluso sería 5·7=35, que no sería otra cosa que 5 unidades 7 veces, un conjunto de 35 unidades ordenadas en 7 subconjuntos de 5 unidades cada uno.
 Este razonamiento representa un proceso concluso, pues no hay dinámica alguna en todo ello. No hay distinción objetiva entre principio y final del proceso. En todo momento estamos representando 35 unidades, da igual la manera en que las expresemos.
Sin embargo, nos vale para formar parte del marco tomado en un proceso de cambio no concluso.

Otro ejemplo matemático, 7-5=2, es igual de concluso, pues el proceso es concluible, por lo que es de realidad conclusa, no podemos distinguir o identificar fase alguna de proceso; es decir, no podemos identificar el proceso en sí, solo identificamos un estado previo (7-5) y un estado definitivo (2). Pero también nos vale como parte del marco para un proceso de realidad no conclusa.

Concluible es un concepto contradictorio en sí, pues se refiere a un proceso, concretamente a la fase del proceso, la cual solo puede ser real como proceso si se puede identificar como tal, y esto nos obliga a un proceso con identidad propia. Pero todos los procesos requieren la propiedad de “continuidad” para poder tener identidad propia como tal, pues cualquier descomposición de un proceso en partes discontinuas entre sí, está formado por partes conclusas, que en su composición forman un proceso también de realidad conclusa, lo que no compone una identidad real propia de proceso.
Luego éste, en sí, tiene que no ser concluible, o sea, ser no concluible. Por lo que, al referirnos a un proceso como concluible, estamos negándole la “propiedad” de proceso, con lo que sería un estado concluso.

Inconcluible es un concepto que define cualquier proceso con identidad propia como tal proceso. Siendo indispensable la condición de inconcluible en este, para sustentar sus propiedades de cambio como tal proceso en una realidad sostenible.
Solo los procesos inconcluibles pueden sustentar la propiedad de “continuidad de proceso”, la cual es indispensable para manifestarse la naturaleza propia del proceso en sí.

Discontinuo es un concepto que no tiene posibilidad de ser considerado como concepto absoluto sin caer en una contradicción.
Considerar a algo como discontinuo implica que ese “algo” está compuesto por partes distintas y diferenciadas completamente ajenas entre sí, lo que de ninguna manera podría componer una unidad superior si no existen características comunes en dichos elementos con las que definir dicha unidad.
Solo si ese “algo” es en realidad solo relativamente a una o varias características discontinuo, pero no a todas, podrá tener sentido como identidad que los engloba.
Así pues, la discontinuidad es posible solo como propiedad relativa a unas características o cualidades concretas que no implique la total desvinculación de las partes, no pudiendo ser del todo ajenas, y no pudiendo ser éste un concepto absoluto.

Continuo es un concepto fundamental para formar todo tipo de realidad. Sin la propiedad de continuidad, no existe prolongación alguna posible para componer un desarrollo con identidad propia como proceso.
En el fondo, para poder representar cualquier realidad física (por ejemplo) necesitamos enmarcarla en un proceso continuo que dentro de nuestras limitaciones de simulación matemática, podemos expresar mediante sucesiones infinitas y funciones de los nº Reales.
Toda expresión matemática de propiedad conclusa sería estéril y solo puede representar propiedades concretas pero siempre incompletas que componen el marco de actuación, pero no son suficiente para representar un suceso o proceso físico real.

Referencia es un concepto que considero de mucho más calado que el que se le atribuye en la física, que es hacia donde voy a ir orientando todos estos conceptos para su aplicación.
En busca de conceptos rotundos, con la menor ambigüedad posible que nos lleve a duda o confusión, la referencia en sí tiene que ser en principio un concepto absoluto. Esto implica que la existencia de una referencia concreta condiciona y obliga a tenerla en cuenta en todo el proceso o marco de actuación como eso, la referencia de ello, de todo ello.

Esto puede parecer evidente y trivial, pero en mi opinión es fundamental. De hecho, incluso para marcar distintas referencias se necesita componer un marco y para ello necesitamos una referencia en la que fijar el marco contenedor de otro tipo de distinciones de segundo nivel. Tal es el caso de la geometría, por ejemplo.

Es la referencia el ente real en sí, es la que interacciona, la que sucede, la que “observa”, la que motiva y condiciona las características de la realidad como una realidad “determinada y concreta”.

Cada referencia pues, tiene su realidad concreta, su propio estado real, su propia certeza. Esto nos lleva a asumir que todo es parte de “mi” (referido a cada uno, por independiente, de los lectores), y que da igual como pretendamos plantear los razonamientos, siempre estarán hechos y serán parte de “mi” como referencia absoluta de todo lo que forme la realidad. De todo en un proceso continuo e infinito, en definitiva.
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Podría seguir definiendo conceptos a tomar como premisas (todas ellas cuestionables siempre que sea necesario y lo requiera la situación), pero teniendo en cuenta que puedo hacerlo conforme vaya dándose la necesidad de emplearlos en mis razonamientos, creo que es suficiente por ahora para mi pretensión de iniciar la composición de razonamientos con el fin de abarcar varios temas que espero interesen al lector.

Empiezo por la aplicación de la última premisa, la referencia en un contexto antrópico con el fin de entender mejor en que marco se desarrollan todos nuestros análisis, observaciones, interpretaciones razonamientos y conclusiones. En definitiva, todo lo que compone nuestros pensamientos.

Se ha hablado mucho del universo platónico que componen nuestros pensamientos, con sus reglas de aplicación de la lógica y su composición estructural.
Se ha hablado mucho de su diferenciación con el mundo exterior, su distinción de la realidad que compone la naturaleza, el universo físico.

Pero yo me pregunto, ¿puede ser esto posible si nos lo planteamos, lo proponemos, y suponemos entenderlo como una verdad posible, mientras todo ello sigue perteneciendo al mismo y único en principio universo antrópico como parte de nuestros pensamientos, conclusiones, sensaciones observadas y sentidas que componen nuestro ser consciente?. ¿Cómo podemos llegar a conclusión alguna de que lo que forma parte de nuestra realidad consciente no es con toda esa realidad subjetiva, parte de una realidad más completa y libre de subjetivación antrópica, sin caer en la contradicción de que con ello estamos apropiándonos de ese concepto no antrópico para formar parte de las ideas que componen nuestro universo Platónico y antrópico?.

¿Hay algo más allá o al margen de mi realidad (tu realidad)?.

Siento la necesidad de incorporar otro concepto como premisa, la particularidad, propiedad de diferenciación o distinción de referencias.
Las propiedades e información particulares precisan y determinan la realidad de la referencia que estas componen, siendo el foco referencial la partícula, y los procesos reales son el universo particular que la compone. Son, en definitiva, las propiedades de su estado.

De esta manera, al referirnos a una partícula, nos estamos refiriendo a todo su universo particular de interacción, a un proceso con identidad real definida en la partícula como referencia de dicho proceso.

¿Y qué soy yo, mi consciencia?. ¡Es algo tan complicado definir a la partícula sin describir para ello el universo de procesos particulares que componen su realidad!.
¿Y si más que difícil, es imposible?. Esto sería cierto si nosotros como ente consciente no fuésemos nada más que las experiencias, sensaciones y pensamientos que componen nuestra consciencia. Esta es una posibilidad que, en vista a que toda información a de ser siempre parte del universo antrópico propio, es la única lógica posible.

Voy a centrarme en la diferencia entre sensaciones y procesos lógicos que componen mi realidad.

Resulta que las sensaciones que forman parte de mi ser consciente son todo un abanico de agradables (alegría, sabor dulce, etc...) a desagradables (angustia, quemazón, etc... ), pasando por sensaciones con características descriptivas muy precisas (sonido, vista sobre todo) y otras de menor precisión descriptiva. Pero todas ellas son creadas de manera no analítica ni consciente, pues forman parte del resultado que generan las estructuras neuronales ya definidas genéticamente en nuestro cerebro.

Mientra que el pensamiento está compuesto de procesos lógicos que, de manera voluntaria y consciente, en mayor o menor medida, carecen de sensación propia; aunque los podamos asociar a sensaciones, como por ejemplo felicidad, al creer haber llegado a entender los fundamentos de un tipo de sucesos físicos. Pero el proceso como las conclusiones, en sí, no componen sensación alguna.

Esta distinción es fundamental para tratar de la manera más objetiva posible sensaciones de las que poseemos además información suficientemente precisa como para poder analizarlas en un proceso lógico razonado.

Tenemos, por ejemplo, el caso del sonido. Forma parte de nuestro análisis su interpretación como ondas de choque con una frecuencia concreta. Y a la vez existen un abanico de frecuencias que nuestro cerebro interpreta de manera estructural directa y sin análisis previo como una sensación, la sensación de sonido con un montón de matices de timbre, limpieza, tono, etc...

Pero me interesa en concreto otro ejemplo de bastante más precisión y complejidad. La luz.
Creo que es precisamente gracias a la sensibilidad de nuestro sentido de la vista, gracias a lo que se ha desarrollado tanto nuestra inteligencia, incluso antes de desarrollar el lenguaje.
Nuestro cerebro a ido evolucionando estructuralmente con el fin de sacar mayor provecho a este don. Siendo capaz de conformar un método capaz de distinguir con mucha precisión la diferenciación de distintos focos de luz mediante la sensación de espacio, y la distinción entre estos de diferencias de frecuencia con gran precisión dentro de un abanico limitado (sensación de color), así como diferencia de sensación de intensidad.

Todo esto no deja de ser algo al margen de cualquier proceso de análisis que pretendamos realizar con esta información que nos aportan las sensaciones del don de la vista.

El problema viene cuando pretendemos analizar la información que componen estas interacciones electromagnéticas de manera independiente a las sensaciones que les atribuye nuestra estructura cerebral de manera automática y asumida.
Tenemos que ser capaces, o al menos intentarlo en lo posible, de desligar nuestros razonamientos de esas sensaciones, para así poder abrirnos a interpretaciones mucho más enriquecedoras en conocimiento y entendimiento.

En cierta medida, el proceso de análisis y razonamientos lógicos pretende incorporar a nuestro universo antrópico componentes que creemos que en principio no forman parte de él, pero que tomamos como premisa que, aún así, existen desde una realidad más cierta, menos particular, que pretendemos concretar desde y para nuestra particularidad.

En el caso del espacio, enriquecemos esta sensación con propiedades lógicas que englobamos en la geometría. Pero tenemos que reconocer que para aportar mayor riqueza a las propiedades del espacio, debemos intentar interpretar y asumir estas propiedades de manera ajena a la sensación concreta de espacio que representen.
Esto nos resulta muy muy difícil, pero sería de una gran ayuda para interpretar y así entender mejor el espacio complejo, ya que este es mucho más completo y rico que el espacio real. De hecho, el espacio complejo consiste en esos procesos con realidad propia de propiedades geométricas que no somos capaces de asociar a sensaciones de espacio, pero de los que tenemos información analítica de su existencia por encima de las sensaciones que componen nuestro universo antrópico.
..............................................................

Antes de entrar a analizar el espacio complejo quiero referirme a algún aspecto de nuestra interpretación analítica de la realidad que compone nuestras experiencias.

Podemos diseñar y construir procesos conclusos en nuestros pensamientos. Los ejemplos matemáticos son bastante claros y me interesan en particular:

5+7=12
5·7=35
7-5=2
7/5=1,4....

y todos estos procesos conclusos los asumimos en su totalidad sin ningún problema. Forman en su totalidad, parte de nuestro universo platónico.
Pero, ¡qué pasa si pretendemos diseñar y construir procesos no conclusos?. Deberemos dotarlos de la propiedad de no concluibles. Pero para hacerlo, descubrimos que no tenemos la capacidad analítica de diseñar en su totalidad la estructura que compone sus propiedades cuantitativas; viéndonos obligados a dejar reflejado el concepto de inconcluible en sus propiedades cualitativas solamente, lo que no es suficiente para abarcar el proceso en su totalidad.

Un caso simple y claro es el conjunto R de los números reales y cualquier función a la que lo apliquemos como abscisa.
Otro ejemplo evidente es cuando expresamos una sucesión infinita en la que asumimos que n tiende a infinito.
Seguro que se os ocurren muchos más ejemplos.

La cuestión es que todo lo que somos capaces de asumir de estos ejemplos de procesos no concluibles, lo hacemos de manera conclusa, lo que es claramente una imperfección de nuestro análisis bastante relevante.
Tenemos muy limitada nuestra capacidad de diseño de procesos no conclusos. En realidad, no somos capaces de diseñarlos, porque no somos capaces de “crear realidad de suceso” mediante nuestro análisis y estructuración desde nuestro mundo platónico del pensamiento y las sensaciones. No somos capaces de diseñar y asumir en su totalidad procesos con identidad real propia de proceso.

Sin embargo, entendemos en mayor o menor medida sus propiedades, tanto cualitativas como cuantitativas.
¿Por qué?. Bueno, nuestro universo antrópico lo componen también de manera fundamental las sensaciones. Y resulta que las sensaciones que emanan de nuestros sentidos son interpretaciones directas (sin análisis previo desde nuestro consciente) de realidades consistentes en sucesos externos a nuestro sistema sensorial neuronal. Son pues entidades con realidad propia, son procesos no conclusos con realidad propia basada en las propiedades del proceso en sí. Son una realidad impuesta a nuestro universo antrópico que identificamos como sensaciones concretas.

Así pues, nuestras construcciones de razonamiento lógico, en sí y sin asociarlas a sensación alguna, carecen de capacidad de realidad propia y solo las podemos tomar como marco de posteriores reestructuraciones de procesos de análisis. Y en todo ello somos incapaces de generar un solo proceso no concluso que podamos asumir en su totalidad; siendo solo capaces de generar partes conclusas incapaces de poseer una realidad sostenible.

Por el contrario, entendemos en buena medida estos procesos no concluibles gracias a la evidencia de realidades de interacción consistentes en ellos, realidades externas a nuestra construcción razonada, realidades que asumimos como sensaciones. Realidades a las que podemos asemejar una construcción analítica que solo podrá ser incompleta por estar constituida con componentes de estructura conclusa que imponen necesariamente propiedad de discontinuidad en una pretensión mal lograda de expresar o imitar una estructura con propiedad de continuidad, capaz de definir las propiedades de interacción, de cambio.

Después de esto, voy a volver al ejemplo matemático del proceso concluso 5·7=35.

A veces ayuda el expresar en lenguaje no matemático los procesos para liberarse de la ortogonalidad de la relación entre las propiedades que tomamos como axiomas. Es una manera de redondear las esquinas de la estructura que compone el proceso para dar más juego a las interpretaciones razonadas de éste.
Y es que, si bien en principio, los axiomas sirven de apoyo para construir razonamientos y con ellos propiedades que suponen avances en el campo a tratar; no debemos olvidar que todos los axiomas se ponen gratuitamente, y que no debemos nunca dejar de cuestionarlos.
Por eso, prefiero moverme con premisas que llegado el momento zarandeo a mi antojo si fuese necesario. No se trata de componer una estructura de razonamiento sólida y rígida, si no, más bien lo contrario; una estructura maleable y con los suficientes cabos sueltos como para poder adaptarse y crecer en la medida en que lo requiera la situación. Una estructura en todo momento cuestionable.

Puedo expresar este proceso concluso 5·7=35 diciendo que “ el conjunto de 5 unidades repetido 7 veces hace un conjunto de 35 unidades.

Aquí hay algo que considero bastante importante y que está relacionado con la propiedad conmutativa. Y es que hacemos distinción entre el cometido del valor 5 y el del valor 7, de manera que el proceso concluso de poseer 7 conjuntos de 5 unidades, en sí es distinto al proceso de poseer 5 conjuntos de 7 unidades (7·5=35), a pesar de que en los dos casos nos estemos refiriendo a 35 unidades en total y que al ser un proceso concluso, es indiferente al no afectar el proceso a realidad alguna.

Pero la cosa cambia cuando al concepto “unidades” le añadimos realidad propia refiriéndonos a algo que asumimos como real. A un elemento que asumimos como real, por ejemplo con la sensación de “manzana”. Esta identidad propia mantiene su realidad al margen de que el proceso en cuestión sea o no concluso; de manera que un conjunto de 5 manzanas 7 veces define la idea de asociar las manzanas de 5 en 5 hasta siete veces. Esto es distinto como realidad que asociar las manzanas de 7 en 7 hasta 5 veces, a pesar de que sepamos que en ambos casos tenemos un total de 35 manzanas.

En todo esto juega su importancia el hecho de que el los procesos no concluibles, existe un estado dinámico propio de la identidad real del proceso. Este estado dinámico, lo interpretamos principalmente como sensación de tiempo. Y es el que nos hace distinguir el desarrollo interno de todo tipo de procesos continuos.

En este caso de la identidad “manzana”, es la identidad la que al mantener su realidad impone un proceso dinámico en los acontecimientos de los que se compone dicha realidad. De manera que, o asumimos la sensación de contar esas manzanas de 5 en 5, o asumimos la sensación de contarlas de 7 en 7.

No confundamos este ejemplo con el ejemplo ideal simulado de unas manzanas ficticias. Este último consta de la simulación de nuestro cerebro de la sensación “manzana”. Simulamos la realidad, para lo que también experimentamos la sensación de tiempo, pero no es una realidad impuesta por la percepción sensorial de interacciones externas. Es la simulación siempre imperfecta de una realidad impuesta (que es lo que estamos haciendo ahora), que gracias a nuestra capacidad memorística de recrear con cierta precisión sensaciones producidas por realidades externas, podemos crear ejemplos ideales en los que aplicar nuestros razonamientos y avanzar en ellos.

¿Por qué es importante tener en cuenta el orden que da la forma al proceso en una dinámica que asumimos como sensación de tiempo?.

Pongamos otro ejemplo de lógica matemática:

7-5=2 a un conjunto de 7 unidades le quitamos un conjunto de 5 unidades para quedarnos 2 unidades...
esto en el abstracto de las matemáticas puras es lo mismo que
-5+7=2 a un conjunto de -5 unidades le añadimos un conjunto de 7 unidades para quedarnos con 2 unidades...
como es un proceso concluso, no hay problema respecto a las diferencias de la dinámica del proceso en sí, pues dicha dinámica no se manifiesta. Da igual expresarlo como “quitar un conjunto de 5 unidades” que “añadir un conjunto de -5 unidades”; así como “a un conjunto de -5 unidades” que “a un conjunto de quitar 5 unidades”. Expresemos las acciones como conclusas (-5, +7), o como procesos (quitar 5, añadir 7), no varía nada, pues los procesos no imponen realidad de proceso alguna al ser conclusos.

La diferencia analítica entre los dos procesos conclusos está en la parte que tomamos como referencia del proceso. En el caso 7-5=2, la referencia es 7; mientras que en el caso de -5+7=2, la referencia es -5. En los casos en que los procesos son conclusos no es transcendente en que parte del proceso centremos la referencia de evolución del proceso.

Pero, ¿qué pasa si asociamos a las unidades la realidad impuesta que asumimos como la sensación “manzana”?.

Al un conjunto de 7 manzanas le quitamos un conjunto de 5 manzanas para quedarnos con 2 manzanas.
Este proceso es perfectamente asumible desde el análisis lógico y pertenece perfectamente a una realidad impuesta. La referencia es “un conjunto de 7 manzanas”. Perfectamente real como posible proceso de observación en el que centrar el resto de desarrollo del proceso a definir.
El problema es si cambiamos el sentido del proceso cuando se trata de procesos reales:

A un conjunto de -5 manzanas le añadimos un conjunto de 7 manzanas para quedarnos un conjunto de 2 manzanas.

¿Qué realidad es esta de “un conjunto de -5 manzanas”?. ¿Existe como realidad de proceso mantenida?.

Para intentar hacerla más asumible la voy a expresar como proceso dinámico:
A un conjunto de quitar 5 manzanas le añadimos un conjunto de 7 manzanas para quedarnos con un conjunto de 2 manzanas.

El conjunto de “quitar 5 manzanas” solo define una acción (la de quitar 5 manzanas) que aplicamos a una referencia del proceso, a... a la ausencia de manzanas, a nada. Esta no es una referencia que represente realidad alguna. La nada es conclusa y ajena a cualquier interacción o proceso.

También lo podemos expresar:

A quitar un conjunto de 5 manzanas le añadimos un conjunto de 7 manzanas para quedarnos con 2 manzanas.

Donde se deduce claramente que la referencia es la propiedad de “quitar”, no el conjunto de 5 manzanas.

Esta expresión en sí carece de realidad propia como proceso, al carecer de referencia con identidad real propia en la que sustentar la realidad del proceso. Pero puede formar parte de un proceso real mas amplio que albergue la verdadera referencia del proceso.
Por ejemplo:

A un conjunto de 10 manzanas le quitamos un conjunto de 5 manzanas y le añadimos un conjunto de 7 manzanas para quedarnos un conjunto de 10 manzanas mas un conjunto de 2 manzanas.

Con lo que hemos tomado como referencia del proceso “el conjunto de 10 manzanas”, lo que se mantiene como realidad sostenida en todo el proceso.

Para estudiar la realidad física de la naturaleza, en mi opinión es fundamental ser muy escrupuloso al tomar el sistema o laboratorio de análisis de esa realidad que se pretende estudiar, entender y simular. Es muy importante simular en nuestro análisis la composición de los procesos desde referencias reales, pues solo simularán realidades físicas si representan a procesos reales, y solo lo pueden ser si se toman como referencias reales.
Esto se entenderá mejor cuando entremos en el espacio complejo, pero por ahora hago un descanso hasta que saque tiempo y animo de seguir con la exposición. Y de paso aprovecháis para recuperaros de la tortura que ha supuesto tener que seguir todo lo expuesto hasta ahora.

Saludos.

martes, 11 de mayo de 2010

Galería "Proyecto Agua"

Me ha parecido de interés por su belleza y lo ilustrativas que son las imágenes y vídeos de la galería del proyecto.

 El Proyecto Agua lleva lo menos dos años, pero va creciendo poco a poco. Podéis disfrutar de su galería .
 En el han participado muchos aficionados e institutos como actividad escolar complementaria, como el IES Batalla de Clavijo, de Logroño.
Había una exposición itinerante que no sé si aún existe, y que tuve la oportunidad de ver, pero la galería que muestra el enlace creo que la supera.

 Espero que os guste .

martes, 13 de abril de 2010

LAS TRANSFORMACIONES DE LORENTZ Y EL DIAGRAMA DE MINKOWSKI

Las transformaciones de Lorentz consisten en transformar los datos de observación desde un SRI a los correspondientes desde otro SRI, de manera que sean equivalentes para el diferencial ds. Dándose que desde un observador O (x,y,z,w), ds^2=dx^2+dy^2+dz^2+dw^2=dx´^2+dy´^2+dz´^2+dw´^2 para un observador O´(x´,y´,z´,w´), ambos inerciales.

Ya he reflejado en las anteriores entradas en las que trato el espacio de Minkowski, que hay una diferencia fundamental entre las medidas de tiempo y espacio que toma un observador concreto solidario a un SRI, y las que toma otro desde el mismo SRI, ambos de los dos mismos acontecimientos de un mismo cuerpo solidario a distinto SRI; pero que ninguna de ellas debe tomarse como información completa, porque es información perteneciente a la interacción del acontecimiento con el observador en cuestión y solo desde y en el observador en cuestión.
Así pues, sería una observación incompleta y parcial; una observación subjetiva a la partícula en cuestión.

He explicado esto con un ejemplo ideal simple (el de la llave y el candado), a pesar de lo poco que me gustan estos ejemplos en los que se toman cuerpos con volumen. Me he referido a la conveniencia de un observador simétrico al primero en la dinámica de observación, y aplicando un segundo eje t´ al diagrama de Minkowski, correspondiente al segundo observador. Reflejaríamos así un diagrama completo para el cálculo acertado de tiempos propios, que resultan ser iguales en comparaciones de distintos SRI.

Esto choca con la creencia de que en el ejemplo de los dos gemelos (el viajero y el estacionario) y sus tiempos propios, el gemelo viajero también dilate su tiempo propio en fases de estado inercial; cosa que yo niego, claro.
Así como que en el ejemplo de la llave y el candado, choca con que haya variación alguna de las medidas de la llave como del candado en el momento en que se unen estando cada uno en distintos estados inerciales, a lo que yo afirmo que no hay paradoja ni necesidad de recurrir a ninguna “onda de información” mencionada en bastantes explicaciones con el fin de evitar la paradoja.

Pero las transformaciones de Lorentz recurren a una observación desde una orientación perpendicular respecto a la dirección de la velocidad del cuerpo a observar. Esto, en principio debería bastar para, aunque desde un solo observador, compensar simétricamente las consecuencias que el efecto doppler repercute en la medición espaciotemporal al mantenerse invariable c.

Pero, ¿es válida aún así para el cálculo de tiempos propios?. Yo defiendo que no. Que es fundamental que las medidas se medien con las correspondientes a un observador simétrico, pero que esto debe hacerse respecto a todas las orientaciones que se tomen en las mediciones, no solo respecto a la dirección de desplazamiento del móvil.

El caso es que gamma de las transformaciones de Lorentz, sale de aplicar el teorema de Pitágoras a vectores ortogonales resultantes de descomponer medidas hechas por el observador de acontecimientos sucedidos en el cuerpo móvil.
Pero esos vectores de descomposición, los que descompone el observador, son ortogonales solamente desde su SRI, no lo son desde ningún otro, incluido desde el SRI del móvil en el que suceden los acontecimientos observados.
Solamente hay una dirección común entre dos SRI, la dirección del movimiento observado a un cuerpo solidario al otro SRI. Las demás varia de un Sistema al otro en orientación respecto a la dirección común, pero rompiéndose además la simultaneidad de sucesos, de manera que ésta se cumple solo en el segmento desde el cuerpo o partícula hacia el infinito, pero distintamente para cada segmento.
Los acontecimientos simultáneos en una dirección y los dos sentidos desde la partícula hacia el infinito desde un SRI, pasan a formar parte de dos segmentos desde la partícula pero pertenecientes a distintas direcciones, habiendo un ángulo entre ambos segmentos distinto de dos ángulos rectos; esto desde el otro SRI. (imagen 1)
Así que descartemos la aplicación de ejemplos con relojes famosos de espejos enfrentados con un haz de luz reflejando en una supuesta misma dirección y alternando el sentido; porque si se cumple para un SRI, no se cumple para el resto.

O también, podemos compensar las reorientaciones recurriendo al observador simétrico desde el mismo SRI incluso para las observaciones hechas desde la perpendicular en el SRI de observación, de la dirección de desplazamiento del móvil a observar. De esta manera las perpendiculares a la dirección de avance desde el SRI del cuerpo a observar, serán reorientadas cerrándose en sentido contrario al de la percepción de avance del cuerpo por parte del observador A, y lo mismo pasará con la reorientación observada de esas perpendiculares al movimiento por parte del observador simétrico a A respecto al cuerpo a observar, el observador B; solo que para B todo ocurre en sentido contrario al que ocurre para A, ya que sus respectivos ejes de coordenadas, también son simétricos. (imagen 2)


Centrémonos en la observación directa del observador A que mide unos intervalos de espacio y tiempo entre los acontecimientos x y t´ entre dos acontecimientos en una partícula en distinto estado inercial y entonces distinto SRI. Esto nos da una velocidad observada de la partícula móvil entre los dos acontecimientos v=x/t´,
Y también en la observación de los mismos acontecimientos por el observador B, el cual habrá medido un intervalo de espacio y tiempo de x´ y t´, lo que nos da una velocidad de v´=x´/t´.

Se cumple que x´=-x, con lo que v´=-v.

Ahora podemos recurrir a las direcciones perpendiculares desde el SRI del cuerpo observado.
Utilicemos entonces el ejemplo típico de los relojes de espejos paralelos enfrentados. (imagen 3)

Sabemos que la distancia entre espejo y espejo es y. En los espejos locales de A y B, desde el propio SRI de A y B, la luz tarda en recorrer la distancia y un tiempo t; mientras que en el reloj que está en el cuerpo móvil a observar, A mide el intervalo de espacio h y tiempo t´ entre un espejo y el otro del reloj para un pulso de luz recorriendo la distancia a c. Y B hace lo mismo, tomando las medidas h´ y t´..

Tendremos que /h/=/h´/
y respecto a sus ejes simétricos de coordenadas, tendremos que los ángulos a y
cos.ah=-cos.a´h´
/cos./ah=/cos./a´h´

Las transformaciones de Lorentz aplican a estas observaciones las propiedades de la ortogonalidad al interpretar un rectángulo entre los catetos x e y con la hipotenusa observada h para el observador A.

Y si c=y/t y v=x/t´, tenemos que y=t•c y x=t´•v
así que h^2=(t•c)^2+(t´•v)^2
Como h=t´•c, tenemos que (t´•c)^2=(t•c)^2+(t´•v)^2

Y para relacionar (medir) la unidad de tiempo t´ del móvil observado con la unidad de tiempo t del observador A, podemos despejar t
1- (t•c)^2=(t´•c)^2-(t´•v)^2
2- t^2=t´^2•(1-v^2/c^2)
3- t=t´•(1-v^2/c^2)^(½)=t´•gamma

Si hiciéramos este desarrollo con los datos de B, nos daría el mismo resultado, porque -v^2 da resultado positivo, y es en esto en lo que se basa la afirmación de que sí se dilata el tiempo propio de un cuerpo móvil respecto al del que lo observa. Pero es que de esta manera, no unificamos las mediciones desde ambos observadores simétricos. Para hacerlo, tenemos que mediar las mediciones y ser la media a la que apliquemos la relación ortogonal.

¿Qué es lo que ocurre cuando mediamos las mediciones de A y B?, que el desdoblamiento espaciotemporal añadido por la velocidad de desplazamiento del móvil observados desde el SRI de A y B, se compensa, se neutraliza. Esto ocurre en todas las direcciones que pretendamos tomar como observación simétrica, Y para ser rotundos ocurre en la media de todas las infinitas posibles direcciones a tomar desde el móvil como referencia a observar.

De esta manera queda anulada la dinámica de v , el cual pasa a ser un valor neutro para el SRI que no para cada una de las referencias de observación.
Esto puede parecer una maniobra muy simple, pero tiene unos fundamentos muy profundos para el significado del método espaciotemporal y la dinámica de “movimiento”, lo cual no es una propiedad en un espacio real, si no en un espacio complejo, del cual solo asimilamos la parte real.

El caso es que ese SR común para A y B, es algo más que una herramienta matemática. En mi opinión, tiene identidad física propia.

Pero volviendo al desarrollo de mi razonamiento con las transformaciones de Lorentz respecto al diagrama de tiempos propios de Minkowski, neutralizando las mediciones de A y B, tenemos que x y x´ se neutralizan (x+x´)/2=(x-x)/2=0, de la misma manera se neutralizan las velocidades observadas del cuerpo móvil (v+v´)/2=(v-v)/2=0.

Así que si el valor ortogonal x a la perpendicular de la dirección de avance desaparece reducimos la hipotenusa a la propia perpendicular y, siendo las h solo valores particulares dé, desde, y solo para sus partículas; son solo valores subjetivos a la observación. No muestran la realidad propia del móvil, solo una observación incompleta de esa realidad que no es correcto asumir como resultante real fuera del propio observador; pues formaría parte del observador en sus interacciones. De manera que el cuerpo móvil, también tendría en sus interacciones una particular medición espaciotemporal de los acontecimientos en el tiempo de los cuerpos A y B, sin representar esta a la realidad de dichos acontecimientos de A y B de una manera correcta por no ser completa.
Los tiempos propios requieren esa manera de mediciones correcta por completa.

Qué decir de la contracción espacial de Lorentz… estamos en el mismo caso; de hecho, la he anulado con la neutralización de los valores x.

Para entender lo importante que es que la aplicación de la ortogonalidad no es válida para deducir valores propios desde otros SRI, al estar esta propiedad influenciada en modificaciones de medidas por las diferencias de estados inerciales; expongo una modificación del reloj de espejos. (imagen 4)

El reloj solidario al SRI del cuerpo móvil a observar por A consta de los espejos colocados en la misma posición que en el ejp. Clásico, pero los espejos se alargan en longitud en la dirección del movimiento. Se alargan bestialmente. Lo mismo para el caso del reloj local de A.

Consideremos también en este caso que el transcurso en recorrer la distancia entre un espejo y el otro por un pulso de luz es la unidad de tiempo.
Pero la orientación de la dirección de emisión inicial de dicho pulso desde el SRI del reloj en cuestión, se inclina lo suficiente hacia atrás respecto al sentido de avance que desde ese SRI se observa del otro cuerpo.
El ángulo de inclinación de la perpendicular al avance es tal que, en el caso del reloj del móvil, el haz, observado desde A rebota perpendicularmente a la superficie de los espejos (aunque con la diferencia del ejemplo clásico de que nunca en el mismo punto de los espejos), recorriendo menos distancia para A que para el móvil y también menor distancia que su propio reloj, los cuales describen una hipotenusa en dicha relación de ortogonalidad.

A deducirá que el móvil tiene mayor transcurso de tiempo propio comparativamente. Lo contrario de lo que muchos defienden que sostiene la Teoría de la Relatividad con las transformaciones de Lorentz .

Lo mismo le pasará al cuerpo tomado como móvil si es él el que toma medidas del reloj de A y las compara con el suyo propio (aunque en este caso sería A al que habría que considerar como móvil).
Vería el impulso del reloj de A reflejarse perpendicularmente al plano de los espejo y al la dirección de avance de A, dando una unidad de tiempo más corta que la de su propio reloj.
El cuerpo móvil llegaría a la conclusión inversa respecto a la comparación de tiempos propios. A tiene comparativamente mayor transcurso de tiempo propio que él, y en la misma medida.

Se sigue respetando la simetría entre observadores mutuos de distinto SRI.

La cuestión es que este ejemplo peca de lo mismo que el ejemplo de relojes de espejos considerado como válido: desde un único observador referencial no se pueden considerar suficientes los datos de medición para el cálculo de tiempos propios.

Y, en general, remarcar la conclusión de que la comparación objetiva entre distintos SRI, implica el mismo valor cuantitativo de tiempos propios, si bien, la distinción esta en la reordenación de las orientaciones de los sucesos en sus espacios y sus compensadas diferencias de densidad de suceso en cada una de las orientaciones espaciales en el transcurrir de estos (en el tiempo); de manera que resulten una misma intensidad neta de acontecimientos en el tiempo.

martes, 2 de marzo de 2010

Mi opinión de la CRISIS en España.

El bienestar de una sociedad pasa por poseer bienestar económico, y esto choca con el interés personal del individuo, que consiste en su bienestar económico por encima, y si es necesario, a costa, del bienestar de la sociedad a la que pertenece.
Así que, cuanto más control (poder) tenga un individuo sobre el sistema, más descompensará su evolución a su favor.

Esto lo sabemos todos. Pero lo que no tengo tan claro es que sepamos una de las consecuencias de esto. Una consecuencia muy sutil, pero, en mi opinión, fundamental para entender lo que está pasando. El individuo es egoísta, pero de egoísmo a cortas miras, porque además de egoísta, es perezoso. De hecho, la costumbre de mirar hacia otro lado cuando no nos interesa enfrentar nuestros principios o moral a lo que vemos, acaba convirtiéndose en una manera de vivir en sociedad.
Esto implica que hacer ver a toda una sociedad de individualidades egoístas y perezosas, que les conviene una alternativa que limita su bienestar para garantizarlo en un futuro a medio o largo plazo, solo funciona cuando tienen en mente la experiencia, la vivencia del caos y suplicio que acarrea perder ese nivel de bienestar que ahora se tiene.
Esto ocurre con generaciones que las han pasado canutas y ahora disfrutan de unas condiciones que, por ello, saben valorar en su correcta medida; y aun así, se tiende a olvidar con facilidad, también por pereza.

Los políticos lo saben, y como individuos egoístas que también son, lo tienen en cuenta y prefieren medidas coyunturales que no pasan apenas de ser unos meros gestos propagandísticos, a medidas a largo plazo eficientes pero profundamente impopulares.
Además, con el apoyo a la primera opción por parte del poder económico; ya que esta apuesta cobarde no desestructura el sistema en el que sustentan su control de las infraestructuras para su provecho.

Y esta es mi opinión de la triste realidad. Todos miran y los que tienen el poder de hacerlo, determinan solo en vista al paso inmediato siguiente a tomar (unos por pereza y otros por interés). Y todos estos cálculos complejos fundamentados en propósitos finales, en una meta concreta a conseguir; no son aplicables en un sistema que funciona de esta manera. Falta un cambio de concienciación general en la sociedad que debe partir de un cambio de concienciación (de valores) en el individuo.

Entrando en materia... no voy a hacer un análisis minucioso de las cosas desde mi opinión; si no que me voy a limitar a reflejar mi opinión del porqué estamos como estamos aislando los elementos que considero los principalmente culpables.

La economía de libre mercado fundamenta su conveniencia en que el libre mercado se autorregula sirviéndose del egoísmo y ambición del emprendedor, provocando un equilibrio a la baja de los precios por competencia.

Vale... por un lado tenemos que el bienestar, en última instancia son los bienes de consumo. Un país crea riqueza, en realidad y solamente, creando bienes de consumo; no especulando con ellos, eso solo es un paso canceroso del proceso que solo beneficia al especulador.
Pero para que el sistema funcione tenemos que completar el ciclo (que, en vez de intentar reflejar lo complejo que es, me limitare para mi propósito en idealizar un proceso lo más simple posible).

Por ejemplo, en un agricultor... no, mejor en un operario de una cadena de producción (es que el sector primario, es poco representativo, pues está en vías de extinción).
Este operario de la fábrica, en su trabajo crea riqueza en forma de un bien de consumo -> la fábrica vende el producto, que pasa por distintas manos hasta el penúltimo eslabón de la cadena -> que lo oferta al consumidor definitivo.

Lo fundamental de todo esto es que debemos tomar, con el fin de simplificar el ejemplo, como último eslabón, precisamente al propio operario de la fábrica, al que ha creado dicho bien de consumo.

Pero, este común consumidor, si no cobra suficiente dinero por generar ese bien como para alcanzarle para comprarlo, la cadena se detiene.
¿Es viable la cadena?, por supuesto que si. Existen las máquinas y la energía con la que se mueven, de manera que el empleado sumado al resto de costes de producción, generan muchas piezas de fabricación, permitiendo el margen suficiente para la rentabilidad intrínseca del proceso y ofertar un producto competente y accesible para el poder adquisitivo del operario.

Pero ahora viene el problema… el libre mercado y su hipotética autorregulación.
El planeta tiene ya un mercado global. Y aquí tiene una gran relevancia el sector de la intermediación. Importancia por lo necesario que es, y en consecuencia, por lo influyente que es.

Y este sector funciona como los demás, con los valores individuales que he descrito al principio. Y es tal su poder y su insaciable apetito que no se conforma nunca con su parte del pastel. Así que esta parte del pastel engorda hasta límites que hacen insostenible el ciclo.

Pero tranquilos, no pasa nada. El planeta tiene de todo. Pueden las empresas desplazarse a países con condiciones tales que crear en ellos los bienes de consumo y venderlos en los países con mejor renta percápita, permite que el ciclo en estas vías de flujo siga funcionando (al menos por un tiempo), a pesar del aumento de los costes de transporte.

¿Y el sector primario?. Tranquilos, se generan y extraen las materias primas también de países que permitan absorber la pérdida necesaria para permitir al ciclo completarse de manera viable (al menos por un tiempo).

Un momento... Pero, si se desmantelan los sistemas de creación de riqueza real de los lugares donde se pretende consolidar el consumo, aumentará el paro y muchos no podrán consumir.

Vale vale, rebobinemos... entonces hagamos otra cosa.
Tenemos que facilitar el consumo a la mayor cantidad posible de consumidores e impulsar un mayor hábito de consumo de ellos; esto aumenta el flujo de intermediación de bienes de consumo, de manera que, sin engordar más los precios, engordamos más las arcas de la intermediación por el aumento de operaciones por tramo de tiempo (al menos por un tiempo).

Claro, que este cambio de velocidad de consumo (aceleración) se nutre de las reservas económicas (el ahorro) del consumidor potencial. Y ¿qué pasa cuando el ahorro se acaba?.

Vale vale... es que no hay manera. Esto es peor que el perpetuo móvile, el sistema insiste en cambiar si se le extrae energía, a pesar del empeño de uno en que mantenga las condiciones.

¡Ya está!. Se promueve el préstamo. Hay que concienciar al consumidor a endeudar su futuro económico (al menos por un tiempo). Hacerle pensar solo en el presente que ello supone. El disfrute de bienes que le espera. El aumento de calidad de vida. Y como no… si los demás lo hacen, ¿por qué yo no?.

Ummm... pero claro, los préstamos se amortizan con sus intereses desde el primer plazo, y esto tiene su limitación en la descompensada renta percápita del consumidor. Descompensada desde ya unos procesos atrás.

Vale, pues se dilatan en el tiempo los préstamos lo necesario para que este flujo acelerado se mantenga (al menos por un tiempo).

A ver, que si aumenta demasiado la deuda de una moneda en cuestión, ésta se devalúa respecto a las demás, y esto implica menos beneficios en las transacciones en las compras en países de moneda baja, para la venta en los países de moneda "ya no tan fuerte". ¡¡Cachiss!!.

A ver, recapitulemos.
-Hemos desmantelado demasiado los sistemas de creación de riqueza de los países altamente productivos.
-Hemos descompensado demasiado la renta percápita del consumidor, con respecto a los bienes de consumo (en perjuicio del consumidor, claro).
-Hemos ampliado nuestro abanico de consumidores en lo posible y hemos aumentado demasiado el hábito de consumo de estos (con el consecuente aumento del deterioro del planeta; al revés de lo conveniente).
-Hemos endeudado demasiado al consumidor (más bien se ha endeudado, que somos mayores de edad, ¿no?), al ciudadano común, a la masa mayoritaria de la sociedad.
-Hemos dejado el estado monetario en el que se sustenta todo este insistente empeño en que el sistema siga funcionando con unos beneficios desmedidos del sector intermediario, al borde de la depreciación monetaria en cascada; que aunque no lo digan se intenta evitar de manera persistente y desesperada y con todas las armas posibles.

De acuerdo, va a haber que tomar medidas rectificadoras... que remedio, ya no hay manera de seguir sacando tajada si esto se desmorona. Pero eso sí, sin desmantelar la estructura que da el poder a los que lo ostentan en la actualidad, a los intermediarios y especuladores varios, a los expertos en dinero fácil.

Esto es lo que, en mi humilde opinión, creo que va a pasar; otra solución "al menos por algún tiempo". En este paso siguiente, son las instituciones de los Estados soberanos las que se empobrezcan demasiado, empeñando el bienestar de nuestros descendientes. Empeñándoselo nosotros, por no tener coraje para cambiar las cosas a costa de perder bienestar en la actualidad para garantizarlo en el futuro.

Por ello estoy rebotado con todo esto.
Bla bla bla bla... y más bla. Pero siempre lo mismo, y ningún líder con ggguuevos para arriesgar su cargo y hacer lo correcto.

Y, qué es lo correcto.
En mi opinión, no pretender grandes logros con pequeñas medidas. Sino dejarse de mensajes publicitarios y ser realista, pretendiendo pequeños logros con grandes cambios. Y paso a paso, porque el individuo de mueve egoístamente y solo con miras al futuro inmediato.

Aunque el sistema financiero se recuperase, solo volveríamos a caer en la misma situación si, además, no se cambia el sistema en sus normas y controles económicos y funcionales de mercado.
En este sentido, creo que la intermediación debe regularse de manera mucho más estricta y limitando su poder lo suficiente para que no vuelva a generar esta dinámica autodestructiva del sistema.

Tiene que reducirse considerablemente la diferencia entre el valor del bien de consumo en origen y destino último. Esto para mí es el principal inconveniente, y, sin embargo es algo que no se debate ni está en las mesas.
Salvo alguna coletilla que lanza de vez en cuando el sector primario (sobretodo el sector agropecuario), remarcando los márgenes no menores del 200 y a veces de hasta más del 1000% en la intermediación; y en algunos casos sin ni siquiera ningún ridículo proceso de manipulación o preparación del producto.

Y, otro de los principales pilares de la estabilidad de un sistema, está en desechar de él las zonas no controlables. Esto puede parecer egoísta y hasta xenófobo si se quieren sacar las cosas de contesto; pero solo es pura necesidad de mantener la estabilidad de un sistema que funciona ante la otra opción, que deje de funcionar a cambio de ningún beneficio para nadie.

Me refiero a que, los países, sistemas multiestatales, etc.. que estén organizados y tengan unas estructuras consolidadas, deben proteger su estabilidad, protegiendo la viabilidad de sus sistemas internos. Y en lo economico-comercial implica defender sus sistemas de creación de bienes de consumo por encima de intereses comerciales individuales que peligren la rentabilidad de esos procesos generadores internos.
O sea, consolidar los sistemas de aranceles.

Una cosa es ser populista, y otra ser realista. Lo primero queda bonito y hace que uno se sienta buena persona, (solo de intenciones, claro). Pero, solo lo segundo mueve el mundo de manera funcional y eficiente.

Y respecto al Medioambiente, digo que no sirve limitarse a ser populista. Primero se tiene que ser funcional; y para que las medidas que se pretendan tomar en mejora del Medioambiente sean funcionales, primero tiene que serlo el sistema económico, social, comercial, financiero, etc... en el que se pretenden sustentan.
Y, mal vamos si ni siquiera somos capaces de ser realistas y funcionales en esas bases de sustento.

Y no olvidemos que, en última instancia, es el individuo el que debe ser más ecológico en sus hábitos y forma de vida. Y no me refiero a las chorradas de reciclar la basura (que no está mal, pero su repercusión queda lejísimos de ser suficiente). Tenemos que ser mucho menos consumistas de todo, de todito todo. Y ya ves, en cuanto bajamos un poco el consumo, el sistema se tambalea.

Queda mucho que cambiar, demasiados que no están dispuestos a ello, y pocos que estén dispuestos de verdad (no de boquita) y sobre todo, que estén preparados para el cambio necesario.

Así pues… el capitalismo, solo dejará miseria en su larga agonía antes de ser sustituido, supongo que por la tecnocracia (vestida con la imagen y color que sea).